Anomalía reciente
Es esa hoja marchita,
esa,
la que habita mi sien.
Esa larga carrera
de caballos blancos
de apretada cincha
y cuajado vientre
¡Qué terquedad en el exilio!
eres relámpago de primavera
angosto hasta la obstinación
Si de tanto prender el alma
los imperdibles se abren
desflorados y, fantástica
anomalía, se desvanecen
en la penumbra...
ese largo y oscuro deleite
de la piel...
Yo, abro mi abrazo
para tu peculiar gruñido,
tú, piel detenida
en mí que me tiende
en temblor y palidez
Yo, que de lluvia
solía llorar en el quejido
y que luego amenazaba desierto
en ruina y que encontraste en
travesuras detenida,
aún salvada de la desesperanza
por cierta lucidez infantil
Tú, puñal herido que
no quiere matar y
en su sombrío acariciar
que corta se lamenta
de su filo. Aquí.
Aquí se corta el aire
para crear milagros
pues el cirujano
salva con su herida
y aún puede convertir
su herida en curación
Pues
nada hay
que destruir
esa,
la que habita mi sien.
Esa larga carrera
de caballos blancos
de apretada cincha
y cuajado vientre
¡Qué terquedad en el exilio!
eres relámpago de primavera
angosto hasta la obstinación
Si de tanto prender el alma
los imperdibles se abren
desflorados y, fantástica
anomalía, se desvanecen
en la penumbra...
ese largo y oscuro deleite
de la piel...
Yo, abro mi abrazo
para tu peculiar gruñido,
tú, piel detenida
en mí que me tiende
en temblor y palidez
Yo, que de lluvia
solía llorar en el quejido
y que luego amenazaba desierto
en ruina y que encontraste en
travesuras detenida,
aún salvada de la desesperanza
por cierta lucidez infantil
Tú, puñal herido que
no quiere matar y
en su sombrío acariciar
que corta se lamenta
de su filo. Aquí.
Aquí se corta el aire
para crear milagros
pues el cirujano
salva con su herida
y aún puede convertir
su herida en curación
Pues
nada hay
que destruir
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