Saturday, September 15, 2007














Miras. Escuchas. Te pierdes en la indefinición, a veces, de una nube llevada por el viento.

Te rascas, quizá ni te pique, pero lo haces igual. Estás. No paras de perderte en los adoquines de la acera. Sin pisar las líneas.
A veces hablas con tu paraguas.
A veces crees que eres la reina de los pájaros.
A veces te odias, y odias todo lo que te rodea.

Todavía no ha llegado el tiempo en el que te contarás historias. Ahora solo miras. Escuchas. Observas.